La estimulación permite que la información adquirida por los canales sensoriales pueda experimentar diferentes sensaciones que ayudan a la maduración del sistema nervioso, la integración sensorial la cual permite que las respuestas se ajusten al entorno. La intervención depende del nivel de desarrollo individual del niño y en función tanto de sus capacidades como sus necesidades para conseguir una mejor interpretación y respuestas al medio, así como el conocimiento propio.Las áreas sensoriales a estimular son:
Existe una metodología de base multisensorial, es un enfoque llamado Snoezelen. La teoría de la Integración Sensorial y la Estimulación Basal favorecen la comprensión del mundo y del propio sujeto a través de estímulos sensoriales y actividades significativas, partiendo de las necesidades básicas de la persona y de su desarrollo real.
Favorece la relación física, ya que el niño explora su entorno y eso ayuda a comprenderlo.
Facilita la recepción de nuevos alimentos.
Se desenvuelven estimulaciones básicas del desarrollo y, por lo tanto, emerge el placer sensomotriz (lugar que crea unión entre las sensaciones corporales y los estados tónico-emocionales).
Estimula la adquisición del lenguaje.
Mejora los vínculos con otras personas y estrechan lazos.